Entre los nueve y los diez, la capacidad de simbolización permite al niño pasar de hacer travesuras primarias indiscriminadas, que aun siente necesidad de llevar a cabo, a buscar su transcripción literal e inmediata fuera del mismo. Esa es la función principal de las historietas y de sus derivados fílmicos y televisivos, así como en video-juegos.
Como lo dice Martha Harris y sus colaboradores, el niño halla dibujando en la tira ilustrada, en el personaje virtual, algún aspecto de su propia personalidad, sin sutilezas ni desarrollo progresivo alguno.
Superman, en cambio, es el espejo de las aspiraciones irreales del niño. En la vida corriente, la dependencia respecto a los mayores, la necesidad de protección y los cuidados cuando esta enfermo representan para el niño el lento camino que debe seguir para convertirse en un ser maduro y autosuficiente. Mientras tanto, Superman, bueno, grande y poderoso, exento de afanes de la naturaleza humana, derrota a sus enemigos y deja en suspenso todas las amenazas de la vida real. Al identificarse con el, un niño alcanza su ideal de omnipotencia, esto le da seguridad en su mismo, de creer que un superhéroe podrá protegerlo y salvarlo de los temores que se encuentra desarrollando en su desarrollo, muchos expertos se preguntan que si estos simbolismos heroicos son buenos o malos, la verdad es que depende del criterio de los Padres. Se aconseja que el niño crezca en un ambiente donde se sienta seguro, entre mas seguro se siente el niño y con buena comunicación con sus padres la necesidad de estos simbolismos disminuirá, así como una fuerte relación con su figura paterna sobre todo de admiración y protección. Espero este articulo les haya gustado, como siempre me encuentro a sus ordenes via chat y mail.
Luz y Amor,
Lucy Campbell
CBT/Art Therapist
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