Se trata de un fenómeo afectivo que no es privativo de esta edad, el niño entre uno y dos años a medida que crece, va perdiendo la relación de estar tan cerca de su madre. Esta se pierde también con el destete y continúa así porque las gratificaciones son menos inmediatas. La separación que ahora comienza a darse durante la noche, al dormir en habitación separada, y luego la guardería , añaden oportunidades mucho más frecuentes para que la ansiedad se desate. El aprender a orinar puede ser una causa de ansiedad. Según sea el niño y según sea la Madre esto puede convertirse en dramático y en importantes consecuencias en el desarrollo de la personalidad. Cuando la evolución se hace sin mayores dificultades, el niño a los dos años manifiesta bastante claramente sus necesidades. Todo logro es causa de satisfacción desde el momento que para el niño, es una manifestación de amor hacia su madre, y que ella manifieste estar enterada, consolida la confianza de ambas partes en el curso futuro de la relación.
Pero todo logro lleva su fondo de ansiedad pues vuelven a tener la significación inconsciente de pérdida de estados anteriores, en los que la seguridad esta basada en la dependencia. Acompañe a su hijo en la etapa de ansiedad con cariño, los niños reconocen los tonos de voz más que las palabras o incluso algún otro idioma. Háblele al niño con cariño dele alguna caricia y explique y motívelo a seguir aprendiendo para superar su ansiedad. La ansiedad seguirá estando a lo largo de su vida al intentar nuevas cosas y aprendizajes el tener una relación afectiva ante esto con sus Padres a una edad temprana le creará una personalidad segura he independiente.
Gracias,
Luz y Amor.
Lucy Campbell Díaz
Art and CBT Therapy/ Language Teacher.
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