En un gran bosque había un pequeño Pino que estaba rodeado de Altos Pinos y esbeltos árboles, en los que vivían muchos animalitosy toda clase de pájaros. El más viejo de todos los animales que vivía en este bosque era una lechuza que quería mucho al pequeño pinito.
- Este Pinito tan chiquitito debe sentirse muy triste y solo-se dijo un día-. Debo hacer algo por él.
Así fue que cuando llegó una familia de pajaritos, que buscaba un lugar para instalarse, la lechuza les aconsejó.
- Este pinito tiene muchos habitaciones desocupadas: ¿ por qué no hacen el nido allí?
-¿ Hacer ese nido en ese árbol tan chafa? ¿ Ni locos?-contestarón los pajaritos, riéndose del pobre pinito se alejaron para hacer su nido en otro árbol. Más tarde llegó una familia de conejitos, mirando donde poder cavar su cueva.
-¡ Oigan! ¡Oigan!- llamó la lechuza-. Conozco un sitio perfecto para su cuevita. ¿Por qué no cavan dentro de este hermoso pinito?
-¿Hacer nuestra cueva allí?¡Pero que tontería! Se caería sobre nosotros con el primer viento- y después de reirse burlonamente los conejos se alejaron saltando.
El pinito, que había escuchando todo, sintió una gran desdicha y suspiró:
-¡Ay! ¡Si pudiera crecer alto y fuerte para servir de algo en este mundo!
Cierto día llegaron los leñadores al bosque y observando uno por uno todos los árboles marcaron aquellos que les convenían.
El pequeño pinito se mantenía firme, esperando ansioso que se le acercaran. Quizá los leñadores lo tomarían en cuenta y se lo llevarían muy lejos, donde él pudiera se útil. Pero los leñadores pasaron a su lado y nisiquiera lo notarón.
-! Nunca seré bueno para algo!- llorando dijo el pobre pinito desilusionado.
-!Servirás!-la lechuza lo animó-. No debes rendirte- y desde su hueco lanzó una piedrita al aire. Los leñadores voltearon y miraron a su alrededor.
-! Mira ese pinito¡!Es genial¡-exclamaron. Y con sus herramientas separaron de la tierra al arbólito. Lo transportaron en una enorme camioneta el paseo fue divertido.
Así fue llevado a una ciudad. Con mucho cuidado lo bajaron a una casa.
-Aquí está el árbol de Navidad!-exclamaron cuando abrieron la puerta. El abeto estaba muy contento, pero aún no sabía cuál seria su misión. Mas cuando sus ramitas fueron adornadas con lindos adornos de colores hechos por los niños de reciclaje y se ponian lucecitas, al final le colocaron una enorme estrella plateada, pusieron a su alrededor paquetes de regalitos de todos los tamaños, y pusieron un bello nacimiento con figuras de cerámica. Se lleno de alegria y orgullo. ! Soy el árbol de NAVIDAD!!
Mucha gente se reunió esa noche en la casa y todos bailaron y cantaron villancicos alrededor del pinito, festejando la Navidad. El árbolito se sintió dichoso y comprendió que no importaba el aspecto o el tamaño , sino lo que se transmitía y él que había sido elegido para brindar alegría y felicidad.
Con mucho cariño para mis ex alumnitos que son mi inspiración. ! Féliz Navidad!
Lucy Campbell
Comments